El volante de Central sufre un problema en un tendón de aquiles que podría ser más grave de lo que se creía en un principio. Dijo que “a esta altura” de su carrera no estaría “preparado psicológicamente para asimilar” un parate demasiado prolongado y lamentó: “Estoy meado por un elefante”.
No está preparado para otro parate prolongado y lo reconoce. Por eso Cristian González admitió este miércoles que piensa en el retiro en caso de que la lesión que sufre en un tendón de aquiles le implique dejar las canchas por varios meses, algo que podría confirmarse con los próximos estudios médicos.
El Kily fue consultado en Radio 2 si analiza abandonar su carrera y no anduvo con vueltas: “Obvio que se me cruzó por la cabeza. Ya no tengo 20 años. Cuando llegué a mi casa –luego del entrenamiento del lunes, cuando sintió la molestia– hablé con mi mujer y le dije que si tenía un desprendimiento total de tendón, no iba a estar preparado psicológicamente para asimilar una lesión de tanto tiempo –de recuperación–; a esta altura de mi carrera es complicado”.
“Es la realidad, no es para dar lástima. Yo soy temperamental y le pongo el pecho a todo lo negativo, pero esto me frustra por el momento en que me pasa. No lo tolero y me da bronca”, expresó.
Y en esa misma tónica lamentó: “Que me pase esto después de la preparación que tuve –en la pretemporada– me da una gran impotencia. Siento que estoy meado por un elefante”.
El zurdo contó que en la vuelta al trabajo tras el empate ante Defensa y Justicia sintió un tirón en el tendón de aquiles del tobillo derecho y sospechó que podía tratarse de una vieja dolencia. “Sentí que me molestaba y pensaba que sólo se había estirado, pero cuando terminé me saltó la ficha, vi que era grave porque me salió un edema y se inflamó, no podía ni apoyar”, comentó en diálogo con el programa Zapping Sport.
En ese sentido mantiene la ilusión de que sea una afección leve: “Ojalá sea sólo un mes. Si me dicen que es así, firmo ya”.
El cuerpo médico de Central informó tras el problema que el Kily padece una tendinopatía que podría marginarlo de la actividad por cerca de un mes, aunque con el correr de las horas comenzó a temerse que las consecuencias podían ser mayores.
González se retiró del entrenamiento matutino del lunes último evidenciando algún dolor que no parecía demasiado grave y en conjunto con el cuerpo médico se decidió hacerle los estudios de rigor por precaución. Dichos estudios confirmaron la mala noticia de la lesión, que instala en la cabeza del DT Héctor Rivoira otra gran preocupación, aunque el recambio sería Jesús Méndez.
El Kily fue consultado en Radio 2 si analiza abandonar su carrera y no anduvo con vueltas: “Obvio que se me cruzó por la cabeza. Ya no tengo 20 años. Cuando llegué a mi casa –luego del entrenamiento del lunes, cuando sintió la molestia– hablé con mi mujer y le dije que si tenía un desprendimiento total de tendón, no iba a estar preparado psicológicamente para asimilar una lesión de tanto tiempo –de recuperación–; a esta altura de mi carrera es complicado”.
“Es la realidad, no es para dar lástima. Yo soy temperamental y le pongo el pecho a todo lo negativo, pero esto me frustra por el momento en que me pasa. No lo tolero y me da bronca”, expresó.
Y en esa misma tónica lamentó: “Que me pase esto después de la preparación que tuve –en la pretemporada– me da una gran impotencia. Siento que estoy meado por un elefante”.
El zurdo contó que en la vuelta al trabajo tras el empate ante Defensa y Justicia sintió un tirón en el tendón de aquiles del tobillo derecho y sospechó que podía tratarse de una vieja dolencia. “Sentí que me molestaba y pensaba que sólo se había estirado, pero cuando terminé me saltó la ficha, vi que era grave porque me salió un edema y se inflamó, no podía ni apoyar”, comentó en diálogo con el programa Zapping Sport.
En ese sentido mantiene la ilusión de que sea una afección leve: “Ojalá sea sólo un mes. Si me dicen que es así, firmo ya”.
El cuerpo médico de Central informó tras el problema que el Kily padece una tendinopatía que podría marginarlo de la actividad por cerca de un mes, aunque con el correr de las horas comenzó a temerse que las consecuencias podían ser mayores.
González se retiró del entrenamiento matutino del lunes último evidenciando algún dolor que no parecía demasiado grave y en conjunto con el cuerpo médico se decidió hacerle los estudios de rigor por precaución. Dichos estudios confirmaron la mala noticia de la lesión, que instala en la cabeza del DT Héctor Rivoira otra gran preocupación, aunque el recambio sería Jesús Méndez.
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