"No pienso en eso, sólo puedo pensar en el próximo partido y ver cómo se recuperan los jugadores en la semana. Yo estoy para dar una mano, ayudar y para tratar de levantar el ánimo a un plantel que no estaba bien", aseguró el Gallego, tras la victoria en el clásico ante Huracán por un amplio 3-0, aunque el espaldarazo es evidente.
Méndez enfatizó sentirse "muy orgulloso" porque el "equipo está levantando muchísimo y sobre todo (los jugadores) se dieron cuenta de que pueden".
"Lo que dije en la semana se cumple y ahora tenemos que seguir de la misma manera porque quedan cuatro partidos importantísimos y tenemos que terminar lo más arriba posible".
Del partido destacó que el equipo "nunca perdió el orden y eso es importante".
Admitió que "este resultado no lo planificamos pero se dio, aprovechando los momentos justos".
Sin decirlo habló de merecimientos, al recordar que "Huracán sólo tuvo una chance".
"Lo controlamos bien y cuando nos pusimos en ventaja supimos manejar el partido", evaluó.
Hizo un tácito homenaje a los jugadores que volvieron sin estar plenos físicamente y aquellos que sacó de la titularidad.
En el primer caso resaltó al Kily González: "la verdad es conmovedor, él pidió jugar y eso me encanta".
Sobre los que fueron marginados del once titular destacó que "todos lo aceptan y entrenan de la mejor manera".
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