miércoles, 28 de abril de 2010

CristianKilyGonzalez.blogspot.com: "El fútbol con guantes y protectores bucales" (Crítica)


Kily vs Riquelme. Viejos rencores expuestos en el Boca-San Lorenzo del domingo.

No todo fue Desábato vs. Ortega. Verón cargó contra Cappa y el presidente de Colón sobre los jugadores, el Kily González contra Riquelme. Meiszner, virtual número dos de la AFA, contra el empresario Daniel Vila. Siguen las firmas. Es una epidemia que avanza por todos los wines. Al fútbol, pasión de multitudes, no hay vacuna ni barbijo que lo proteja. El mal, común en todos los ámbitos, es tan cotidiano que llamarlo así parece exagerado. Ya ni siquiera el verde césped se salva del amarillismo que semana a semana gana más lugar en las páginas deportivas, en las charlas de café, en los vestuarios. Antes, cuando alguien decía que se dedicaba al periodismo deportivo, era común que le preguntaran el nombre de algún pibe de las inferiores con futuro de crack. Hoy lo que interesa es otra cosa: “¿Tenés un chisme, una bomba o alguna primicia para contar?”.

En esta página no habrá chismes, bombas ni primicias. Pero sí se le dará lugar a mucho de lo que dejó la fecha 16 del Clausura y que, según la concepción compartida de esta sección, poco tiene que ver con el fútbol que nos gusta.
¿Comenzó un concurso en el fútbol argentino para ver quién es más guapo adentro de la cancha, quién se la banca más, quién supera los límites en cuanto a conductas antideportivas? ¿El aguante y los métodos de los barras saltaron el alambrado sin que nadie lo advirtiera? Esa sensación quedó tras un fin de semana con peleas para todos los (malos) gustos.
Estudiantes le ganó a River y es el único puntero del Clausura. Sin embargo, se habló más del enfrentamiento entre Desábato y Ortega que del propio partido. Uno le dijo “borracho”, el otro le clavó los botines en la pierna, el árbitro jugó a ser Poncio Pilatos y no expulsó a ninguno y la polémica duró mucho más que 90 minutos. El que dijo “borracho”, que ya había estado preso en Brasil por decirle “macaco” a otro colega, atribuyó su reacción a las 1.000 pulsaciones que se tienen dentro de un terreno de juego. Más tranquilo, con su corazón latiendo a menor ritmo, se quejó por ser noticia por cosas que no tienen que ver con el fútbol. Y para dejar en claro que el puterío no es lo suyo, le dijo al diario Olé: “Ortega me dijo cornudo y no salió en ningún lado”.
El Burrito, por su parte, eligió no hablar más del cruce con Desábato, aunque sí consideró necesario aclarar que el choque automovilístico que protagonizó ayer “no tuvo nada que ver con lo mío”.
La noche de fútbol entre pinchas y millonarios también parió otro duelo dialéctico. Sensible porque el DT de River consideró que Estudiantes no mereció los tres puntos y ganó con un gol en contra, Verón, un ejemplo tantas veces a la hora de hablar, esta vez mostró su peor faceta. “Cappa en el fútbol argentino no ganó nada”, dijo la Brujita, quien, sin matices, hizo apología del exitismo: “Para defender cierta ideología con fundamentos hay que conseguir logros”.
En Boca, Riquelme y Palermo son noticia cuando no se abrazan. Y también cuando se abrazan. Y, además, Riquelme se cruzó con el Kily González. Fue, según dicen, por una disputa de los tiempos en que eran compañeros en la Selección, el mismo motivo que provocó las puteadas entre Almeyda y Verón.
Para no desentonar, Migliore y Medel también se apuraron en público. Y Monzón, pese a que se llama Luciano y no Carlos, le dio una piña a Damián Martínez en plena Bombonera.
Los dirigentes cómo se iban a quedar atrás. Tras el 0-5 con Newell’s, el presidente de Colón, Germán Lerche, se quejó porque “uno se rompe el orto para que el club y los jugadores estén al día y encontramos respuestas como ésta”. Según su lógica, los futbolistas no pueden perder de esa manera por el simple hecho de que cobran su sueldo a término.
Y si de peleas entre pesos pesados se trata, no pueden quedar afuera Daniel Vila y José Luis Meizner. El empresario y presidente de Independiente Rivadavia de Mendoza denunció al secretario general de la AFA por un ataque en la cancha de Quilmes. “Es un hecho que no se había visto nunca. No nos atacaron directamente los barras. Esto es inédito, porque fue el señor José Luis Meiszner quien los alentó. Nos tendió una emboscada”, contó Vila. La respuesta de Meizner: “Vila tuvo un comportamiento mafioso. Estaba acompañado por un ejército irregular. Es un mitómano peligroso para la sociedad”.
Cuestiones del fútbol, que les dicen.

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