Después de muchas idas y vueltas llegó un refuerzo internacional para Central. El peruano Roberto Guizasola arribó ayer a Rosario, fue presentado a sus compañeros por la mañana en el country de Arroyo Seco y más tarde cumplió gran parte de la revisión médica en el sanatorio Mapaci. Más allá de que el contrato se firmará mañana, el lateral derecho proveniente de Juan Aurich se mostró entusiasmado con esta oportunidad en el fútbol argentino y muy empapado de la realidad canalla. "Acepté venir a Central porque es un club grande de Argentina que lastimosamente está en segunda. Ahora viene el reto de poder subirlo rápido junto a todos mis compañeros y el cuerpo técnico", señaló Cucurucho. "Más allá de que sea la segunda división, puede ser el mismo nivel o un poco más que la primera del fútbol peruano", aclaró sin titubear.
Central comprará la mitad del pase del marcador de punta, el contrato se extenderá por dos años y habrá una opción de compra del porcentaje restante al cierre de la primera temporada. "Tomo esto como un paso adelante con mucha calma. Sé que Argentina es Argentina, donde vayas. Yo estoy muy contento porque se fijaron en mí", recalcó Guizasola sentado en el lobby de un hotel céntrico. "Quiero ir paso a paso y aportarle cosas a mi equipo. Ya tengo la cabeza puesta en Central. La segunda división es un desafío complicado pero es nuestra realidad y tenemos que salir rápido de ahí".
—¿Qué sabés de Rosario? —Sé que la gente vive el fútbol de una manera muy especial y al jugador profesional le gusta ese clima, esa presión. Cuando entré al hotel se me acercó un señor y me dijo que deje todo para que Central vuelva rápido a primera. Eso es muy bonito.
Central comprará la mitad del pase del marcador de punta, el contrato se extenderá por dos años y habrá una opción de compra del porcentaje restante al cierre de la primera temporada. "Tomo esto como un paso adelante con mucha calma. Sé que Argentina es Argentina, donde vayas. Yo estoy muy contento porque se fijaron en mí", recalcó Guizasola sentado en el lobby de un hotel céntrico. "Quiero ir paso a paso y aportarle cosas a mi equipo. Ya tengo la cabeza puesta en Central. La segunda división es un desafío complicado pero es nuestra realidad y tenemos que salir rápido de ahí".
—¿Qué sabés de Rosario? —Sé que la gente vive el fútbol de una manera muy especial y al jugador profesional le gusta ese clima, esa presión. Cuando entré al hotel se me acercó un señor y me dijo que deje todo para que Central vuelva rápido a primera. Eso es muy bonito.
—¿Hablaste con Merlo? —Cuando llegué me recibió en Arroyo Seco. No pudimos hablar mucho porque yo tenía que hacer los exámenes médicos. Vi un plantel entero con referentes como el Kily González y Lucho Figueroa. Todos están haciendo lo posible para que Central suba rápido.
—¿Qué creés que le podés aportar vos a Central? —Voy a dejar el ciento por ciento. Si me toca jugar, quiero hacer las cosas bien para empujar el carro para adelante.
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