«Renové por el Zaragoza por menos dinero del que me ofrecían en Bilbao», destaca la joven promesa Ander Herrera. Interior izquierdo del Zaragoza.
JAVIER ORTIZ DE LAZCANO.-
Ander Herrera (Bilbao, 20 años) vestirá el sábado la camiseta del Zaragoza en su enfrentamiento con el Athletic en La Romareda. Bien podría haber estado ese día en el vestuario del equipo visitante. Por dos ocasiones, en diciembre de 2008 y en verano de 2009, el club rojiblanco negoció su fichaje.
Herrera, hijo de Pedro Herrera, 'Herrerita', de 50 años, un jugador de clase de Santutxu que inició su carrera en el Erandio, para militar después cinco años en el Zaragoza, entre 1982 y 1988, además de Celta y Salamanca, y que fue durante años secretario técnico del club aragonés, rechazó la última intentona, aunque ayer reconoció, en una larga conversación con EL CORREO, que «hubo momentos el pasado verano en los que me vi en el Athletic».
Finalmente, la operación no cuajó porque aceptó renovar por el club aragonés. «Por menos dinero del que me ofrecía el Athletic porque soy zaragocista y agradecido al club en el que llevo nueve años».
-Aunque su familia estaba afincada en Vigo entonces, porque su padre era secretario técnico del Celta, nació en Bilbao.
-Mi padre es de Santutxu y mi madre también es bilbaína. Tienen sus raíces allí. Mi madre quería estar rodeada de su familia, como sucedió después cuando nació mi hermana, ya estando en Zaragoza.
-Esa circunstancia le abre la posibilidad de cumplir el sueño que no pudo alcanzar su padre, jugar en el Athletic.
-A mi padre le hubiera encantado jugar en el Athletic. Se tuvo que ir en juveniles de Lezama, pero alcanzó los 250 partidos en Primera entre Zaragoza, Celta y Salamanca. Una de sus ilusiones es que yo un día juegue en el Athletic.
-¿Verá cumplida esa ilusión?
-Nunca se sabe. Ahora en el Zaragoza estoy muy bien: la gente me quiere, el club me valora y me siento zaragocista. De hecho, yo no cierro la puerta al Athletic. A día de hoy, si no llego a estar en el Zaragoza estaría en el Athletic. Es un club al que tengo cariño porque toda mi familia es de ese club. De niño fui en varias ocasiones a San Mamés.
-¿Recuerda la primera?
-El día que se engancharon Lizarazu y el Kily González (en 1997, tenía entonces ocho años). El ambiente me dejó impresionado. He estado en cuatro o cinco ocasiones como espectador y siempre he disfrutado muchísimo. Aunque también lo he hecho en la tele. Recuerdo la semifinal ante el Sevilla. Vi La Catedral tres cuartos de hora antes del partido y les dije a mis amigos que era imposible que el Sevilla se clasificara. Por suerte acerté.
-En diciembre de 2008, el Athletic se dirige a usted. ¿Qué le ofrece?
-Entonces estaba en el Zaragoza B en Tercera. Me ofrecían un contrato del Bilbao Athletic y entrenar todos los días con la primera plantilla. Un poco parecido a lo que han hecho con mi amigo Óscar (De Marcos).
-En verano el Athletic vuelve a la carga. ¿Con la misma oferta?
-No. Ya era otra cosa. Es cuando más cerca estuvo. Veía que el Zaragoza no me hacía una oferta económica y deportiva satisfactoria y percibía que en Bilbao confiaban y me valoraban mucho más. Entonces, durante un par de días, me veía en el Athletic y camino de Bilbao.
-Pero no pudo ser.
-Porque el Zaragoza me hizo una buena propuesta. Llevo nueve años en el club y soy zaragocista. La gente del Athletic debe de entender que la afición se hubiera tomado mi marcha como si Llorente o Muniain abandonan el Athletic tras formase allí. Eso quiero que quede claro. No es que no quiera ir al Athletic, es que quiero seguir aquí porque soy zaragocista y de bien nacidos es ser agradecidos, y éste es el club que me ha permitido debutar en Primera.
-¿Es cierto que el contrato que firma con el Zaragoza es menor que el que le ofrece el Athletic?
-Sí, bastante menor. La propuesta del Athletic era superior, pero tenía otras prioridades, como ser feliz, formarme como jugador y agradecer al Zaragoza cómo se ha portado conmigo.
-¿Cómo vivió su padre, Pedro, secretario técnico del Zaragoza, ese proceso?
-Me dijo que no quería saber nada. Dejó el asunto en manos de mi representante, Arturo Canales, y en casa me dijo que ni le dijera nada y que ni siquiera le preguntara.
-¿Habló con Joaquín Caparrós?
-Yo no, pero sí mi representante. Le dijo que tenía confianza en mis posibilidades y que me iba a tratar muy bien si iba allí, algo que le agradezco.
► Agradecido
-En el entorno del Athletic hay quien sospecha que usted utilizó el interés rojiblanco para alcanzar un buen contrato con el Zaragoza. ¿Qué responde?
-Cada uno puede pensar lo que quiera, pero antes hemos hablado de que lo que cobro es menos de lo que me ofrecía el Athletic. Creo que esa es la prueba que lo dice todo. Yo me quedé porque quería ser agradecido con el club.
-Pero si le valió al menos para saltar al primer equipo. El interés del Athletic se conoce en diciembre de 2008 y debuta el primer partido de febrero de 2009.
-Llevaba dos meses entrenando con el primer equipo y Marcelino me hizo debutar en cuanto se cerró el mercado de invierno.
-¿Le faltó arrojo al Athletic para fichar en diciembre de 2008 por los cuatro millones de cláusula a un jugador de Tercera?
-No lo sé. Es cierto que en Navidades todo habría sido más sencillo. Yo tenía un contrato de amateur de 18.000 euros, pero entiendo que el Athletic no se arriesgara por un jugador de Tercera.
► La broma con De Marcos
-En aquel proceso nunca quedó clara su cláusula. Al siguiente verano parecía haber subido.
-Era un contrato tan complejo que ni yo la sabía. Creo que eran cuatro millones y medio o cinco. Pero la situación era distinta porque, después de esperar, me quedé feliz por la oferta que me había planteado el Zaragoza. De no haber firmado aquí, me hubiera ido al Athletic, que siempre ha sido mi segundo equipo. Ojalá gane el Zaragoza la Liga y el Athletic quede todos los años segundo, aunque está complicado, je, je.
-¿Le habrá dado las gracias su amigo De Marcos, con el que estuvo en el Mundial sub'20, por no fichar? Su negativa le abrió las puertas a él.
-Sí, je, je. Lo hemos comentado en broma, pero son las cosas del fútbol. Es buen jugador, como Javi Martínez, que es futbolista para ir al Mundial de Sudáfrica. En el momento en el que uno de los habituales caíga, irá él. Coincidí con él en la última convocatoria de las sub'21 y da gusto oírle hablar y ver cómo siente el Athletic.
Ander Herrera (Bilbao, 20 años) vestirá el sábado la camiseta del Zaragoza en su enfrentamiento con el Athletic en La Romareda. Bien podría haber estado ese día en el vestuario del equipo visitante. Por dos ocasiones, en diciembre de 2008 y en verano de 2009, el club rojiblanco negoció su fichaje.
Herrera, hijo de Pedro Herrera, 'Herrerita', de 50 años, un jugador de clase de Santutxu que inició su carrera en el Erandio, para militar después cinco años en el Zaragoza, entre 1982 y 1988, además de Celta y Salamanca, y que fue durante años secretario técnico del club aragonés, rechazó la última intentona, aunque ayer reconoció, en una larga conversación con EL CORREO, que «hubo momentos el pasado verano en los que me vi en el Athletic».
Finalmente, la operación no cuajó porque aceptó renovar por el club aragonés. «Por menos dinero del que me ofrecía el Athletic porque soy zaragocista y agradecido al club en el que llevo nueve años».
-Aunque su familia estaba afincada en Vigo entonces, porque su padre era secretario técnico del Celta, nació en Bilbao.
-Mi padre es de Santutxu y mi madre también es bilbaína. Tienen sus raíces allí. Mi madre quería estar rodeada de su familia, como sucedió después cuando nació mi hermana, ya estando en Zaragoza.
-Esa circunstancia le abre la posibilidad de cumplir el sueño que no pudo alcanzar su padre, jugar en el Athletic.
-A mi padre le hubiera encantado jugar en el Athletic. Se tuvo que ir en juveniles de Lezama, pero alcanzó los 250 partidos en Primera entre Zaragoza, Celta y Salamanca. Una de sus ilusiones es que yo un día juegue en el Athletic.
-¿Verá cumplida esa ilusión?
-Nunca se sabe. Ahora en el Zaragoza estoy muy bien: la gente me quiere, el club me valora y me siento zaragocista. De hecho, yo no cierro la puerta al Athletic. A día de hoy, si no llego a estar en el Zaragoza estaría en el Athletic. Es un club al que tengo cariño porque toda mi familia es de ese club. De niño fui en varias ocasiones a San Mamés.
-¿Recuerda la primera?
-El día que se engancharon Lizarazu y el Kily González (en 1997, tenía entonces ocho años). El ambiente me dejó impresionado. He estado en cuatro o cinco ocasiones como espectador y siempre he disfrutado muchísimo. Aunque también lo he hecho en la tele. Recuerdo la semifinal ante el Sevilla. Vi La Catedral tres cuartos de hora antes del partido y les dije a mis amigos que era imposible que el Sevilla se clasificara. Por suerte acerté.
-En diciembre de 2008, el Athletic se dirige a usted. ¿Qué le ofrece?
-Entonces estaba en el Zaragoza B en Tercera. Me ofrecían un contrato del Bilbao Athletic y entrenar todos los días con la primera plantilla. Un poco parecido a lo que han hecho con mi amigo Óscar (De Marcos).
-En verano el Athletic vuelve a la carga. ¿Con la misma oferta?
-No. Ya era otra cosa. Es cuando más cerca estuvo. Veía que el Zaragoza no me hacía una oferta económica y deportiva satisfactoria y percibía que en Bilbao confiaban y me valoraban mucho más. Entonces, durante un par de días, me veía en el Athletic y camino de Bilbao.
-Pero no pudo ser.
-Porque el Zaragoza me hizo una buena propuesta. Llevo nueve años en el club y soy zaragocista. La gente del Athletic debe de entender que la afición se hubiera tomado mi marcha como si Llorente o Muniain abandonan el Athletic tras formase allí. Eso quiero que quede claro. No es que no quiera ir al Athletic, es que quiero seguir aquí porque soy zaragocista y de bien nacidos es ser agradecidos, y éste es el club que me ha permitido debutar en Primera.
-¿Es cierto que el contrato que firma con el Zaragoza es menor que el que le ofrece el Athletic?
-Sí, bastante menor. La propuesta del Athletic era superior, pero tenía otras prioridades, como ser feliz, formarme como jugador y agradecer al Zaragoza cómo se ha portado conmigo.
-¿Cómo vivió su padre, Pedro, secretario técnico del Zaragoza, ese proceso?
-Me dijo que no quería saber nada. Dejó el asunto en manos de mi representante, Arturo Canales, y en casa me dijo que ni le dijera nada y que ni siquiera le preguntara.
-¿Habló con Joaquín Caparrós?
-Yo no, pero sí mi representante. Le dijo que tenía confianza en mis posibilidades y que me iba a tratar muy bien si iba allí, algo que le agradezco.
► Agradecido
-En el entorno del Athletic hay quien sospecha que usted utilizó el interés rojiblanco para alcanzar un buen contrato con el Zaragoza. ¿Qué responde?
-Cada uno puede pensar lo que quiera, pero antes hemos hablado de que lo que cobro es menos de lo que me ofrecía el Athletic. Creo que esa es la prueba que lo dice todo. Yo me quedé porque quería ser agradecido con el club.
-Pero si le valió al menos para saltar al primer equipo. El interés del Athletic se conoce en diciembre de 2008 y debuta el primer partido de febrero de 2009.
-Llevaba dos meses entrenando con el primer equipo y Marcelino me hizo debutar en cuanto se cerró el mercado de invierno.
-¿Le faltó arrojo al Athletic para fichar en diciembre de 2008 por los cuatro millones de cláusula a un jugador de Tercera?
-No lo sé. Es cierto que en Navidades todo habría sido más sencillo. Yo tenía un contrato de amateur de 18.000 euros, pero entiendo que el Athletic no se arriesgara por un jugador de Tercera.
► La broma con De Marcos
-En aquel proceso nunca quedó clara su cláusula. Al siguiente verano parecía haber subido.
-Era un contrato tan complejo que ni yo la sabía. Creo que eran cuatro millones y medio o cinco. Pero la situación era distinta porque, después de esperar, me quedé feliz por la oferta que me había planteado el Zaragoza. De no haber firmado aquí, me hubiera ido al Athletic, que siempre ha sido mi segundo equipo. Ojalá gane el Zaragoza la Liga y el Athletic quede todos los años segundo, aunque está complicado, je, je.
-¿Le habrá dado las gracias su amigo De Marcos, con el que estuvo en el Mundial sub'20, por no fichar? Su negativa le abrió las puertas a él.
-Sí, je, je. Lo hemos comentado en broma, pero son las cosas del fútbol. Es buen jugador, como Javi Martínez, que es futbolista para ir al Mundial de Sudáfrica. En el momento en el que uno de los habituales caíga, irá él. Coincidí con él en la última convocatoria de las sub'21 y da gusto oírle hablar y ver cómo siente el Athletic.
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