Arranca un inusual Clausura en Argentina, por su duración, sólo 108 días debido al Mundial de Suráfrica, porque ni Boca ni River jugarán la Libertadores, y porque es el último torneo semestral antes de la reunificación de Apertura y Clausura. River Plate llega con Passarella en la presidencia y mirando de reojo al descenso, mientras en Boca la noticia es la marcha de Basile y Bianchi. En el campo se espera poco de ambos. Quien se ha reforzado bien es Racing (Bieler, Licht y Hauche). En San Lorenzo los protagonistas son viejos conocidos de la Liga: Simeone y Kily González. A Banfield, vigente campeón, le pesará jugar la Libertadores, como a Vélez, que mantiene el bloque campeón del Clausura 2009, más Silva y con Gareca en el banquillo. Y Estudiantes también paseará por el continente con Verón al mando. Se despide el Clausura en medio de una crisis galopante.
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