miércoles, 27 de enero de 2010

CristianKilyGonzalez.blogspot.com: "Usandizaga sabe bien lo que dice" (LaCapital.com.ar)

El Vasco dice lo que piensa”, sentenció reflexivo Ariel, un hincha canalla. “Pero no piensa lo que dice”, replicó indignado Adrián, un socio auriazul. Y así otra vez las declaraciones de Horacio Usandizaga se ubicaron en el centro de la escena. Como sucede en cada oportunidad que habla. Pero sería una ingenuidad suponer que el actual presidente de Central opina sin saber lo que genera. Un político de su trayectoria sabe lo que dice y más aún lo que quiere. Se escuda en su temperamento para justificar lo expresado, y aunque algunas veces por pedido de su círculo más íntimo ensayó retractarse sin hacerlo, su pensamiento no cambia. Usandizaga encontró en el fútbol el mejor camino para reinstalarse en el escenario público, ese espacio que alguna vez ocupó desde la política.
En Central el Vasco encontró otra vez el nutriente para volver a ser. Pero no desde una necesidad económica, sí desde una vocación dirigencial. Que tiene un estilo propio, auténtico y personalista, que muchas veces fomenta el crecimiento, pero también la atomización.
El presidente de Central habla y dice. No lo hace por casualidad. Cada palabra tiene una causa y un efecto. Desde que asumió se convirtió en el protagonista, y desde allí diluyó a los eventuales actores que podían quitarle ese rol principal. En esa confrontación dialéctica ubicó a pesos pesados, a la mayoría con mucho consenso centralista, como para medir fuerzas suficientes de su fortaleza popular. Como si se trataran de elecciones decisivas para el club. Que no fueron tales. Pero sí para él. En ese camino desafió al Kily, a Russo, Bauza, Figueroa, expuso a Kempes y ahora a Coudet. Y en esta contienda llevó a la masa canalla a debatir con argumentos pocos consistentes a los referentes canallas, y poniendo no sólo en crisis el presente sino también la historia donde se forja una identidad, la misma de la que siempre se jactó el hincha auriazul.
Usandizaga no habla sin pensar. Piensa lo que dice. Mientras anuncia que no se presentará a las próximas elecciones permite que algunos colaboradores de cuestionable reputación política trabajen organizando cenas para ese objetivo, al tiempo que nombra públicamente a algunos empresarios que mucho colaboraron como sus eventuales sucesores, a sabiendas que esas postulaciones funcionan como impugnaciones porque ninguno de ellos será candidato mientras él esté en el ruedo.
Usandizaga es el presidente de Central. Pero no es Central. Las necesidades de un dirigente, por importante que este sea, jamás serán más importantes que las de un club. Por esta razón es que todo tiene un límite. Es de esperar que el Vasco se lo ponga a sí mismo para no dilapidar ese capital político que obtuvo en la entidad que dice querer.

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