lunes, 8 de marzo de 2010

CristianKilyGonzalez.blogspot.com: "River encontró ante San Lorenzo una victoria que le permite tomar aire" (Clarin.com)

River y San Lorenzo llegaron a este partido cargados de presión. Los de Astrada otra vez muy cerca del fondo de la tabla. Y los de Simeone apenas un punto arriba. Pero el local necesitaba sumar de a tres también para engordar el promedio, una preocupación inusual cuando se habla de uno de los dos más grandes del fútbol argentino. Por eso el desahogo fue tan grande. Todos los que llegaron al Monumental saben que el 1-0 con el golazo del pibe Affranchino fue injusto, pero a ningún hincha millonario le importó. Fue la noche que River volvió a respirar.
En el primer tiempo ambos mostraron muy poco. La única jugada clara de gol fue para San Lorenzo. Un córner del Kily González encontró la cabeza de Bottinelli y la pelota viajó apenas arriba del travesaño. De los primero cuarenta y cinco quedó para revisar un forcejeo entre Villalva y Meza en el área de San Lorenzo, que terminó con el pibe de River en el piso en una jugada que pareció penal, aunque Furchi no lo cobró.
Astrada no quedó conforme con el trabajo de Villalva en el primer tiempo, por eso lo dejó en el vestuario y mandó a la cancha a Funes Mori. A los cinco desbordó Abelairas por la izquierda, tiró el centro a la carrera y lo encontró a Funes en la puerta del área. El chico, que estaba de espaldas al arco, la paró con el pecho y ensayó una chilena a lo Francescoli que se fue desviada. Con eso ya había hecho más que Villalva.
A los 12 lo tuvo Romagnoli, pero Vega la sacó al corner. Cuando cayó el centro en el área volvió a ganar Bottinelli, y esta vez su cabezazo se estrelló en el travesaño. San Lorenzo manejaba mucho mejor la pelota. Pasaba con comodidad por el medio, llegaba hasta el área local y empezaba a merecer el gol, aunque fallaba en la definición. A los 16 Furchi le perdonó la vida a Juan Manuel Díaz, que salió muy lejos y le entró muy duro al Papu Gómez. Era para roja directa, pero solo hubo amarilla.
Todo parecía servido para el visitante. Pero Ferrari corrió por la derecha y descargó para Canales que, de espaldas al arco, vio de reojo cómo le pasaba por un costado el recientemente ingresado Affranchino (reemplazante de Almeyda). El pibe se metió dos pasos dentro del área y definió con un derechazo que se metió en el ángulo superior izquierdo de Migliore.
El grito del protagonista menos pensado cambió la historia del partido. San Lorenzo se quedó sin argumentos para ir a buscar el empate y River se quedó con todo, cuando parecía que podía quedarse sin nada.

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