Por Washington CucurtoBUENOS AIRES -- Los hinchas del Cuervo, es decir de San Lorenzo de Almagro (dicho para hinchas de otros países) tienen muchos motivos para encender la velita de la esperanza. Por lo menos a lo largo de esta semana.
Primero y fundamental: esta semana el equipo del Cholo Simeone debuta en un torneo de envergadura, que le viene como anillo al dedo, o dedillo al anillo, para probar todas las balas nuevas que tiene en su haber.
Para medir fuerzas, sí, está bien. Pero a no menospreciar la Copa Sudamericana, como hacen los brasileños que son unos mandapartes de película.
Dicen: "¡A no, si no es la Copa Libertadores o un Mundial, nosotros no mandamos ni un mail!" Son agrandados estos pibes.
Por eso le digo a San Lorenzo y a los demás equipos, ojo con ningunear un campeonato internacional como es la Copa Sudamericana.
A no escupir al techo que la saliva no es impenetrable. No vaya a ser que les agarre el síndrome Brasil y después no puedan ganar ni un cuadrangular de amistosos con equipos de la Provincia de Buenos Aires.
Por suerte, puedo decir tranquilo que San Lorenzo tomará esta Copa con toda la seriedad y pasión que se merece. Saldrá a jugarla a todo o nada.
Y encima con todas sus estrellas. Con la vuelta inexorable del gran Pipi Romagnoli (el jugador que faltaba para que el Cuervo salga campeón, sin dudas). Con el Kily González con la camiseta de San Lorenzo puesta. Qué raro se ve el Kily con otra camiseta que no sea la de Rosario Central.
Y también hay un debut (aunque ya debutó) de su director técnico estrella, me refiero al gran Cholo Simeone que, ahora con equipo competitivo, les demostrará a muchos por qué debe ser el próximo seleccionador nacional.
Esta semana San Lorenzo debuta nada más y nada menos que ante un grande: Tigre, el equipo de Diego Cagna. Le deseo el mejor debut a Tigre en la Sudamericana.
Y quizás el protagonista de esta nota tenga que enfrentar de entrada nomás a uno de los equipos más fuertes de la Copa. ¿Sería una locura; una irresponsabilidad; una tontería atómica al atreverme a auspiciar un pronóstico único en la historia del fóbal argentino?: Tigre y San Lorenzo es mi final de Copa Sudamericana predilecto. ¿Será posible? ¿Me ayudará el fixture? ¿podrán enfrentarse? Ojalá que sí, porque a decir verdad, no tuve ni tiempo de fijarme como venía la mano.
Otra cosita que quiero agregar: me parece clave que los equipos argentinos, en estos momentos difíciles, demuestren un gran comportamiento, un ejemplo para América Latina. El fútbol argentino, muchachos, es un gran representante de nuestra identidad. Y por nada del mundo, estoy dispuesto a soportar peleas y escándalos. Tigre, Lanús, Velez, Boquita, jueguen limpio, ganen o pierdan, el país los necesita.
Y mis últimas palabras son, of course, para todos los hinchas cuervos. Comienza una nueva etapa de triunfos y grandes sonrisas, disfruten, sigan a su equipo a muerte. Es un placer tener en tu equipo a Leandro Romagnoli y al gran Kily, ya eso solo es un motivo de festejo.
¡Todas las margaritas, las mandarinas, las flores silvestres; todas las primeras y los besos mojados de las novias le deseo a este nuevo San Lorenzo de Almagro al cual lo único que le falta es que Viggo Mortensen se ponga también la camiseta!
PD: Queridos lectores, me muero por hablar de River y de la vuelta monumental del Burrito Ortega, en otro partidazo de la Copa Sudamericana. Mañana, mañana, mañana.
Abrazos a todos y a ganar la Copa.
Primero y fundamental: esta semana el equipo del Cholo Simeone debuta en un torneo de envergadura, que le viene como anillo al dedo, o dedillo al anillo, para probar todas las balas nuevas que tiene en su haber.
Para medir fuerzas, sí, está bien. Pero a no menospreciar la Copa Sudamericana, como hacen los brasileños que son unos mandapartes de película.
Dicen: "¡A no, si no es la Copa Libertadores o un Mundial, nosotros no mandamos ni un mail!" Son agrandados estos pibes.
Por eso le digo a San Lorenzo y a los demás equipos, ojo con ningunear un campeonato internacional como es la Copa Sudamericana.
A no escupir al techo que la saliva no es impenetrable. No vaya a ser que les agarre el síndrome Brasil y después no puedan ganar ni un cuadrangular de amistosos con equipos de la Provincia de Buenos Aires.
Por suerte, puedo decir tranquilo que San Lorenzo tomará esta Copa con toda la seriedad y pasión que se merece. Saldrá a jugarla a todo o nada.
Y encima con todas sus estrellas. Con la vuelta inexorable del gran Pipi Romagnoli (el jugador que faltaba para que el Cuervo salga campeón, sin dudas). Con el Kily González con la camiseta de San Lorenzo puesta. Qué raro se ve el Kily con otra camiseta que no sea la de Rosario Central.
Y también hay un debut (aunque ya debutó) de su director técnico estrella, me refiero al gran Cholo Simeone que, ahora con equipo competitivo, les demostrará a muchos por qué debe ser el próximo seleccionador nacional.
Esta semana San Lorenzo debuta nada más y nada menos que ante un grande: Tigre, el equipo de Diego Cagna. Le deseo el mejor debut a Tigre en la Sudamericana.
Y quizás el protagonista de esta nota tenga que enfrentar de entrada nomás a uno de los equipos más fuertes de la Copa. ¿Sería una locura; una irresponsabilidad; una tontería atómica al atreverme a auspiciar un pronóstico único en la historia del fóbal argentino?: Tigre y San Lorenzo es mi final de Copa Sudamericana predilecto. ¿Será posible? ¿Me ayudará el fixture? ¿podrán enfrentarse? Ojalá que sí, porque a decir verdad, no tuve ni tiempo de fijarme como venía la mano.
Otra cosita que quiero agregar: me parece clave que los equipos argentinos, en estos momentos difíciles, demuestren un gran comportamiento, un ejemplo para América Latina. El fútbol argentino, muchachos, es un gran representante de nuestra identidad. Y por nada del mundo, estoy dispuesto a soportar peleas y escándalos. Tigre, Lanús, Velez, Boquita, jueguen limpio, ganen o pierdan, el país los necesita.
Y mis últimas palabras son, of course, para todos los hinchas cuervos. Comienza una nueva etapa de triunfos y grandes sonrisas, disfruten, sigan a su equipo a muerte. Es un placer tener en tu equipo a Leandro Romagnoli y al gran Kily, ya eso solo es un motivo de festejo.
¡Todas las margaritas, las mandarinas, las flores silvestres; todas las primeras y los besos mojados de las novias le deseo a este nuevo San Lorenzo de Almagro al cual lo único que le falta es que Viggo Mortensen se ponga también la camiseta!
PD: Queridos lectores, me muero por hablar de River y de la vuelta monumental del Burrito Ortega, en otro partidazo de la Copa Sudamericana. Mañana, mañana, mañana.
Abrazos a todos y a ganar la Copa.
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