En seis meses, Simeone conformó un equipo aguerrido y consistente; compensó la salida de varias figuras con regresos y nuevos nombres
Hace poco más de seis meses, Diego Simeone desembarcó en San Lorenzo, en su cuarto desafío como entrenador. Con el apoyo de Marcelo Tinelli, tomó el timón de un equipo que venía de otra frustración en la Copa Libertadores, el gran objetivo del año. Simeone decidió asumir lo más pronto posible, aun en medio de un Clausura en el que no tenía posibilidades. Así, aprovechó las últimas nueve fechas que le quedaban (4 triunfos, 2 empates y 3 derrotas) para conocer al plantel y sembrar su propuesta. Los resultados se ven ahora, con San Lorenzo en lo más alto del Apertura, y a un paso de las semifinales de la Copa Sudamericana. Aquel conjunto afectado por problemas futbolísticos, y conflictos internos y económicos, mutó en esta versión con el copyright del Cholo. Y que tiene varios elementos para el análisis:
○ Un recambio inesperado. Como suele suceder a mitad de año, hubo muchos cambios de un semestre al otro, y a San Lorenzo se le fue un equipo completo: Navarro, Adrián González, Bianchi Arce, Méndez, Alvarado, Ledesma, Barrientos, Santana, Solari, Bergessio y Silvera, además de Fornaroli y Peirone. Los refuerzos llegaron en menor cantidad: Migliore, Civelli, Pintos, Leiva, Kily González, Romagnoli y Menseguez. Y a la brevedad se sumará Nelson Benítez, para actuar en la Sudamericana.
○ Las apuestas de riesgo. Para ocupar el arco, Simeone se jugó por Migliore, a pesar de la resistencia inicial de los hinchas. También insistió en contar con Kily González, con la idea de que el volante de 35 años aportara su experiencia y despliegue en el medio; Pintos se convirtió en una interesante salida por el lateral derecho, y Menseguez suma velocidad y habilidad en el ataque. Leandro Romagnoli, por problemas físicos, aún no pudo rendir en toda su dimensión.
○ Un estilo agresivo y variable. Por diversas razones, pocas veces pudo Simeone repetir el equipo de un partido al otro. Esto lo llevó a cambiar también el sistema táctico, pero siempre con vocación ofensiva, tal como se vio ante el River uruguayo, a pesar de jugar casi un tiempo con uno menos. Obsesivo por naturaleza, Simeone le imprimió su carácter al equipo. No obstante, San Lorenzo tiene 22 goles en 14 encuentros, una cifra acotada para la propuesta del entrenador. Otro aspecto positivo es la conformación de un esquema solidario en todas sus líneas, lo que le permitió ganar en solidez en el fondo. Migliore acumula un invicto de 239 minutos en el Apertura y no le convirtieron en los últimos cuatro partidos de la Copa.
○ La recuperación de Romeo. Bergessio, acaso la última gran figura, se alejó tras la primera fecha del Apertura. Darío Cvitanich sonó como refuerzo, pero nunca llegó. Simeone encontró una solución en Bernardo Romeo, que por una pubialgia estaba a punto de retirarse y volvió al protagonismo con experiencia y gol. "El representa un mensaje para sus compañeros. No sólo por lo que vale como delantero, sino como un símbolo de que en el fútbol sirve la perseverancia", lo elogió el Cholo.
○ Las rojas, un punto en contra. Es el aspecto más deficitario, aunque es algo que San Lorenzo arrastra desde la gestión de Ramón Díaz. En los 14 partidos del semestre sufrió cuatro expulsiones: Chaco Torres (dos veces), Aureliano Torres y Menseguez.
○ Los nombres desconocidos. En la Copa Sudamericana, el DT halló otra variable de ataque con Gonzalo Rovira, más la inserción de Fabián Bordagaray. También les dio aire a varios jóvenes volantes: Gonzalo Bazán, Salvador Reynoso, Sebastián González y Axel Juárez.
○ Aureliano Torres podría volver frente a Colón Recuperado de un desgarro, el paraguayo Aureliano Torres estaría en condiciones de jugar pasado mañana, en el cierre de la 10» fecha, frente a Colón. Simeone decidirá en las próximas horas si vuelve a contar con los titulares o presenta una formación mixta, ante el apretado calendario que lo espera en las próximas dos semanas. Orion podría ser titular si el Cholo le da descanso a Migliore.
Hace poco más de seis meses, Diego Simeone desembarcó en San Lorenzo, en su cuarto desafío como entrenador. Con el apoyo de Marcelo Tinelli, tomó el timón de un equipo que venía de otra frustración en la Copa Libertadores, el gran objetivo del año. Simeone decidió asumir lo más pronto posible, aun en medio de un Clausura en el que no tenía posibilidades. Así, aprovechó las últimas nueve fechas que le quedaban (4 triunfos, 2 empates y 3 derrotas) para conocer al plantel y sembrar su propuesta. Los resultados se ven ahora, con San Lorenzo en lo más alto del Apertura, y a un paso de las semifinales de la Copa Sudamericana. Aquel conjunto afectado por problemas futbolísticos, y conflictos internos y económicos, mutó en esta versión con el copyright del Cholo. Y que tiene varios elementos para el análisis:
○ Un recambio inesperado. Como suele suceder a mitad de año, hubo muchos cambios de un semestre al otro, y a San Lorenzo se le fue un equipo completo: Navarro, Adrián González, Bianchi Arce, Méndez, Alvarado, Ledesma, Barrientos, Santana, Solari, Bergessio y Silvera, además de Fornaroli y Peirone. Los refuerzos llegaron en menor cantidad: Migliore, Civelli, Pintos, Leiva, Kily González, Romagnoli y Menseguez. Y a la brevedad se sumará Nelson Benítez, para actuar en la Sudamericana.
○ Las apuestas de riesgo. Para ocupar el arco, Simeone se jugó por Migliore, a pesar de la resistencia inicial de los hinchas. También insistió en contar con Kily González, con la idea de que el volante de 35 años aportara su experiencia y despliegue en el medio; Pintos se convirtió en una interesante salida por el lateral derecho, y Menseguez suma velocidad y habilidad en el ataque. Leandro Romagnoli, por problemas físicos, aún no pudo rendir en toda su dimensión.
○ Un estilo agresivo y variable. Por diversas razones, pocas veces pudo Simeone repetir el equipo de un partido al otro. Esto lo llevó a cambiar también el sistema táctico, pero siempre con vocación ofensiva, tal como se vio ante el River uruguayo, a pesar de jugar casi un tiempo con uno menos. Obsesivo por naturaleza, Simeone le imprimió su carácter al equipo. No obstante, San Lorenzo tiene 22 goles en 14 encuentros, una cifra acotada para la propuesta del entrenador. Otro aspecto positivo es la conformación de un esquema solidario en todas sus líneas, lo que le permitió ganar en solidez en el fondo. Migliore acumula un invicto de 239 minutos en el Apertura y no le convirtieron en los últimos cuatro partidos de la Copa.
○ La recuperación de Romeo. Bergessio, acaso la última gran figura, se alejó tras la primera fecha del Apertura. Darío Cvitanich sonó como refuerzo, pero nunca llegó. Simeone encontró una solución en Bernardo Romeo, que por una pubialgia estaba a punto de retirarse y volvió al protagonismo con experiencia y gol. "El representa un mensaje para sus compañeros. No sólo por lo que vale como delantero, sino como un símbolo de que en el fútbol sirve la perseverancia", lo elogió el Cholo.
○ Las rojas, un punto en contra. Es el aspecto más deficitario, aunque es algo que San Lorenzo arrastra desde la gestión de Ramón Díaz. En los 14 partidos del semestre sufrió cuatro expulsiones: Chaco Torres (dos veces), Aureliano Torres y Menseguez.
○ Los nombres desconocidos. En la Copa Sudamericana, el DT halló otra variable de ataque con Gonzalo Rovira, más la inserción de Fabián Bordagaray. También les dio aire a varios jóvenes volantes: Gonzalo Bazán, Salvador Reynoso, Sebastián González y Axel Juárez.
○ Aureliano Torres podría volver frente a Colón Recuperado de un desgarro, el paraguayo Aureliano Torres estaría en condiciones de jugar pasado mañana, en el cierre de la 10» fecha, frente a Colón. Simeone decidirá en las próximas horas si vuelve a contar con los titulares o presenta una formación mixta, ante el apretado calendario que lo espera en las próximas dos semanas. Orion podría ser titular si el Cholo le da descanso a Migliore.
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