domingo, 18 de octubre de 2009

CristianKilyGonzalez.blogspot.com: "Se sienta cómodo en el tren del éxito" (CanchaLlena.com)

San Lorenzo le ganó a Central por 1 a 0 con un gol de Romeo; consiguió su cuarto triunfo consecutivo, quedó primero y se ilusiona con más.
Por Alberto Cantore De la Redacción de LA NACION
En partidos como el de anoche es donde queda bien marcada la importancia de contar con un goleador. Porque, en realidad, no hubo grandes diferencias entre unos y otros, pero San Lorenzo tuvo lo que le faltó a Rosario Central: poder de ataque, gol. Por eso se impuso 1 a 0 en el Nuevo Gasómetro, por eso logró su cuarto éxito seguido -que lo dejó en el primer puesto del Apertura- y por eso se anima a soñar, a ilusionarse.
En ese contexto fue Bernardo Romeo una buena forma de justificar el triunfo. El delantero había tenido dos chances muy claras para convertir y en ambas le había ganado muy bien el duelo Broun, con dos atajadas importantes: un cabezazo luego de un centro de Menseguez y, la segunda, conteniendo la pelota sin dar rebote y tras una asistencia que el N° 9 recibió de Papu Gómez. Al cierre de la primera etapa, Romeo encontró su desahogo con un violento cabezazo después de una asistencia del propio Gómez, aunque el tanto no debió haberse convalidado por posición adelantada del atacante.
Central, en cambio, hace varios encuentros que padece de anemia ofensiva. Ni siquiera en la primera etapa, cuando generó las mejores acciones, fue capaz de vulnerar a Migliore. Fueron momentos en los que la presión de Paglialunga y Méndez surtió efecto sobre la línea de volantes azulgranas, donde Jonatan Gómez se asociaba por la derecha con el zurdo Moya. Los remates desde fuera del área de Gómez y Chitzoff no preocuparon demasiado a Migliore. El arquero sí sufrió con un remate de Moya al primer palo en una buena jugada colectiva visitante, que habría tenido mejor final si el volante hubiera cedido el pase atrás hacia Zelaya.
San Lorenzo también deberá ajustar el sistema con tres defensores, no tanto por los centrales sino por el problema que se les genera en los laterales a Pintos y a Kily González. Los dos estuvieron perdidos en el ataque y también a la hora del retroceso, porque siempre les ganaron las espaldas, lo que obligaba a los centrales Civelli, Aguirre y Bottinelli a cruzar hacia las bandas. Ese fue uno de los motivos por los que creció el trabajo del Chaco Torres en la recuperación. Luchó para cortar el juego y batalló frente a frente con Paglialunga y Méndez. También fue criterioso para hacer circular la pelota.
En el segundo tiempo el ritmo del partido cayó, aunque Central tampoco aprovechó el excesivo retroceso de San Lorenzo, unos veinte metros más cerca de su arco con respecto a su presencia en el arranque. Tuvo el control de la pelota, pero sin peso y sin muchas ideas. Sumaba toques y movimientos, pero todos lejos de Migliore.
El árbitro Lunati acertó en no cobrar penal porque no hubo infracción de Civelli a Zelaya, pero sí omitió un fuerte topetazo dentro del área de Aguirre a Gonzalo Choy ya en tiempo de descuento. Y quedaron dudas en una patada de Broun a Civelli que pudo haber sido penal para el Ciclón.
San Lorenzo, salvo un remate de Menseguez que Broun mandó al córner, no tuvo más situaciones. Replegado, apostó a la velocidad de Menseguez buscando avanzar por el sector derecho y de contraataque, con Rivero complicando a Núñez, pero no lo definió. Se replegó demasiado, mantuvo la diferencia y festejó. A su manera, avanza y da pelea.
93 goles anotó Bernardo Romeo con la camiseta de San Lorenzo, de los cuales 59 los convirtió en el Nuevo Gasómetro.

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