El plantel canalla regresó a los entrenamientos este lunes feriado. Hubo cuatro jugadores que trabajaron en forma diferenciada por distintas molestias, y dos de ellos correrían riesgos para el choque con Independiente: Pablo Álvarez y Emilio Zelaya. El grupo solo piensa en remontar.
En medio de un clima dominado por las caras largas y la preocupación, el plantel de Rosario Central volvió este lunes a los entrenamientos en el predio de Arroyo Seco. Los futbolistas que perdieron con Huracán se limitaron a realizar un trote liviano y algunas tareas regenerativas, mientras que quienes no vieron acción el fin de semana participaron de un picado futbolístico.
Pablo Álvarez, Emilio Zelaya, Leonardo Borzani y Cristian González trabajaron en forma diferenciada, aunque sólo los dos primeros podrían tener problemas para llegar al compromiso del próximo sábado ante Independiente.
El lateral padece una fuerte contractura en el isquiotibial que ya lo dejó afuera del partido ante el Globo y no se mostró del todo recuperado, mientras que el delantero tucumano se resintió de una molestia en el aductor y es duda para enfrentar al Rojo.
De hecho, si ninguno llega al cien por cien al sábado, la idea del cuerpo técnico es no arriesgarlos ya que luego hay un parate de quince días (juega la Selección por eliminatorias ante Colombia, el 6 de junio, y el 10 ante Ecuador) y prefieren que ambos jugadores lleguen en óptimas condiciones a la recta final del torneo.
Este martes el plantel volverá a entrenar por la mañana en Arroyo Seco, el miércoles por la tarde será la práctica formal de fútbol en el Gigante, el jueves trabajarán por la mañana nuevamente en Arroyo y a la noche quedarán concentrados para el compromiso frente a los del Tolo.
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