
Kily González es rechazado por los devotos de Ñuls por razones obvias, por los de River porque jugó en Boca y por otra vasta legión variopinta repartida entre quienes jamás le perdonarán un trancazo o un insulto.
Al Kily González se lo mete en la bolsa de los tantos futbolistas que jugaron en Europa más tiempo que en la Argentina o en la bolsa de los tantos que vistieron la casaca de la Selección Argentina en lustros de cosecha magra.
Kily González es hombre de sangre caliente y vibrante potrero en el alma. Más vale apreciar y disfrutar a ese 5 vestido de azul y amarillo que infla el pecho y deja siempre el pellejo en cada pelota. Es un héroe de otro siglo. El testimonio viviente de un fútbol más chispeante, más noble, más niño.
1 comentario:
Muy buen articulo. Cuanta verdad.
Y muy buen blog.
Saludos de otro fanatico del kily..
Publicar un comentario