domingo, 17 de mayo de 2009

CristianKilyGonzalez.blogspot: "Central no lo supo aguantar y Lanús se lo ganó" (La Capital.com.ar)

El desencanto fue mayúsculo porque cada vez hay menos margen para asimilar los tropiezos. El fixture empieza a poner seriamente a Central contra las cuerdas. Le demanda respuestas futbolísticas y anímicas que el equipo parece que hoy no está en condiciones de satisfacer. Por eso esta derrota ante Lanús representa mucho más que dejar tres puntos en el camino para lograr la permanencia en primera. Se transformó en una suerte de confirmación, por si faltaba algo, de que jugar la promoción es la estación que más encuadra con la realidad del equipo. Mucho más si se repasas que los rivales que también están metidos en el berenjenal pocas veces realizan beneficencia como lo hizo anoche el conjunto dirigido por Russo.
Y eso que al principio tuvo todo a favor, pero se quedó sin nada. Porque el golazo de Lima pareció inspirar a Central y le infundió más confusión a Lanús. En ese tiempo, el gran mérito canalla fue que no dependió de una individualidad excluyente y edificó la superioridad con capacidades colectivas. Ezequiel González y Moreno actuaron como almas complementarias. El Kily también se sumó como rueda de auxilio en la gestación de las jugadas y la presencia de la dupla Zelaya-Vizcarra siempre fue amenazante.
Ezequiel se perdió el segundo con otro tiro libre y antes de la ventaja, el Kily reventó el palo izquierdo de Bossio luego de una maniobra generada por Ezequiel y Moreno.
Todo se jugaba como quería Central. Fue tan así que, por momentos, no le dejó ni tocar la pelota a Lanús. Le robó el libreto de la prepotencia y empujó al desconcierto a un rival acostumbrado a ser siempre el primer actor en el manejo del trámite.
Claro que este Central no está para entregarse a los brazos de la confianza. Tampoco para creer que tiene todo resuelto cuando la diferencia es ínfima. Por eso dos atajadas de Broun, una frente a Lagos y la otra ante un remate de Salvio, tuvieron la fuerza de un toque de atención.
Ni hablar cuando Blanco aprovechó una habilitación de Sand y selló el empate luego de un error de Borzani. Fue una lástima que Central cayera tan rápido en desgracia. No gozó ni del hándicap para acomodarse a la circunstancia favorable y procesar con inteligencia el apuro de Lanús.
La moneda se dio vuelta por dos motivos notorios. Lanús se autorrescató con un cambio de actitud y Central se entregó a una parálisis similar a la que sufrió en el inicio del clásico ante Newell’s. Igual, como pudo hizo lo posible para no dejarse alcanzar por el desánimo. De a poco salió del ahogo y también ayudó la licencia que se tomó Lanús. La buena chance que desperdició Vizcarra fue la locomotora a la que pareció engancharse el equipo.
Todo resultó un espejismo porque bastó que Blanco desbordara, enviara el centro y Lagos se encargara del segundo. Esa jugada fue el principio del fin de las ambiciones canallas. Ya no hubo retoque táctico, más allá de los ingresos de Franzoia y Méndez, que rescatara al equipo. Sólo se mantuvo por la resistencia de Broun, un titán para taparle un mano a mano a Lagos y un remate a quemarropa de Blanco.
No llegó esa jugada heroica que otras veces tendió una mano. Por eso si algo se llevó Central anoche desde Lanús fue la confirmación de que jugar la promoción no es la muerte de nadie, como lo dijo Russo apenas asumió las riendas de esta aventura.

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