El Canalla empató 1-1 ante Belgrano en el Gigante y como había ganado 1-0 en Córdoba mantuvo la categoría. A los 37 minutos del primer tiempo Maldonado abrió la cuenta para el Pirada pero no hubo ni tiempo para que la angustia creciera: unos segundos después igualó Zelaya. Tras el pitazo final, llegó el desahogo y el festejo de los casi 40 mil hinchas.
Central sufrió y mucho pero empató 1-1 en el Gigante con Belgrano de Córdoba y pudo sacarse del pecho el grito de desahogo: “El Canalla se queda en Primera”. Los más de 35 mil hinchas auriazules festejaron el resultado como un verdadero campeonato después haber estado al borde del descenso todo el semestre.
La explosión final del Gigante se hizo escuchar bien fuerte en la noche de Arroyito cuando el árbitro Gabriel Favale le puso punto final no sólo a un partido de fútbol sino a la semana más dramática que vivió Rosario Central en los últimos años. Así también los vivieron los jugadores, que se abrazaron y saltaron en el campo del juego al término del partido.
Pero ese objetivo el Canalla lo cumplió con su marca habitual: con sufrimiento de por medio. En el arranque del partido no hubo casi jugadas de riesgo y tras varios minutos con escasez ofensiva, fue el Pirata el que golpeó primero a los 37 minutos con un gran disparo de Maldonado.
Aún festejaban los Celestes en la tribuna visitante de Arroyito cuando el equipo Miguel Ángel Russo logró la paridad. El arquero Olave dio rebote a un remate del Kily González y apareció Emilio Zelaya para marcar y bajar temores.
Se fue el primer tiempo y como Central había ganado 1-0 el partido de ida de la Promoción en Córdoba, el visitante debía hacer al menos dos goles en el complemento.
Pero eso Belgrano salió con intención de arrinconar al equipo de Russo, y aunque no tuvo muchos elementos para hacerlo, sí forzó que el local se replegara en el fondo.
Pero el segundo tiempo se pareció más al round final de una pelea de boxeo de pesos pesado que a un partido de fútbol. El equipo local sabía que ganaba por puntos y se replegó contra las cuerdas. El visitante buscó el golpe salvador pero nunca llegó. Y así se fue el encuentro, en medio de la angustia que se vivía en las tribunas.
Después, lo dicho: pitazo final y un festejo que con el correr de las horas se hará agridulce porque los motivos que llevaron a Central a esta instancia no se diluyeron con esta serie -en la que Central no jugó bien y no fue más que Belgrano- y volverán a estar allí en el inicio del nuevo torneo.
La explosión final del Gigante se hizo escuchar bien fuerte en la noche de Arroyito cuando el árbitro Gabriel Favale le puso punto final no sólo a un partido de fútbol sino a la semana más dramática que vivió Rosario Central en los últimos años. Así también los vivieron los jugadores, que se abrazaron y saltaron en el campo del juego al término del partido.
Pero ese objetivo el Canalla lo cumplió con su marca habitual: con sufrimiento de por medio. En el arranque del partido no hubo casi jugadas de riesgo y tras varios minutos con escasez ofensiva, fue el Pirata el que golpeó primero a los 37 minutos con un gran disparo de Maldonado.
Aún festejaban los Celestes en la tribuna visitante de Arroyito cuando el equipo Miguel Ángel Russo logró la paridad. El arquero Olave dio rebote a un remate del Kily González y apareció Emilio Zelaya para marcar y bajar temores.
Se fue el primer tiempo y como Central había ganado 1-0 el partido de ida de la Promoción en Córdoba, el visitante debía hacer al menos dos goles en el complemento.
Pero eso Belgrano salió con intención de arrinconar al equipo de Russo, y aunque no tuvo muchos elementos para hacerlo, sí forzó que el local se replegara en el fondo.
Pero el segundo tiempo se pareció más al round final de una pelea de boxeo de pesos pesado que a un partido de fútbol. El equipo local sabía que ganaba por puntos y se replegó contra las cuerdas. El visitante buscó el golpe salvador pero nunca llegó. Y así se fue el encuentro, en medio de la angustia que se vivía en las tribunas.
Después, lo dicho: pitazo final y un festejo que con el correr de las horas se hará agridulce porque los motivos que llevaron a Central a esta instancia no se diluyeron con esta serie -en la que Central no jugó bien y no fue más que Belgrano- y volverán a estar allí en el inicio del nuevo torneo.
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