miércoles, 15 de julio de 2009

CristianKilyGonzalez.blogspot.com: "El objetivo cumplido" (LaCapital.com.ar)

Las postales de la promoción representan señales de aflicción para Cristian González. Sólo el pitazo final de Gabriel Favale en el choque de vuelta le permitió una descarga gigante. “Es que fue un sufrimiento anormal. Después de Belgrano nos sacamos un peso muy grande de encima. Central no puede festejar una promoción o salvarse del descenso. Cumplimos el objetivo de dejar a Central en primera. Fue un desahogo, una mochila que quedó atrás, pero hasta ahí nomás. Todo fue moderado, muy tranquilo”, contó el Kily.
La supervivencia en primera división fue una cuestión personal para el capitán. “En mi carrera jugué muchas cosas importantes pero lo que viví en estos dos partidos fue increíble. Me estaba cambiando antes del último partido y se me caían las lágrimas. No quería que me vean los más pibes. Fue muy fuerte pasar con el colectivo y ver gente arrodillada llorando. El sentimiento por este club es muy grande”, resaltó.
—¿Por qué Central no pudo desarrollar su juego en los partidos de la promoción?
Desde que nos enteramos que teníamos que jugar la promoción sentimos mucho el golpe. Ya había nerviosismo y se notó en el penal que erré con Godoy Cruz. En la cabeza siempre giraba la promoción y eso no te lo quitaba nadie. La mayoría de los chicos tenía que dormir con pastillas todos los días. Se cruzan muchas cosas en ese momento. Lo peor que te puede pasar en el fútbol es irte a la B.
—¿Cúantas veces te preguntaste por qué Central llegó a una promoción?
No se puede creer. Esto viene de muchos años y muchos errores. Tanto de los jugadores como los dirigentes. Eso te pasa factura futbolísticamente. Cuando pasan cinco técnicos en una temporada es normal terminar en la promoción. Gracias a Dios el equipo sigue en primera. Se sabe que arranca complicado pero hay casi 40 partidos para revertirlo.
—¿Quedaron enseñanzas para capitalizar?
Siempre se aprende, sobre todo cuando hacés las cosas mal. Si repasamos, a Vitamina lo cuestionaron al tercer partido y se tuvo que ir. Vino Alfaro y estuvimos diez partidos sin ganar. Después Mostaza, Cuffaro Russo que nos dio una mano y más tarde Russo. Fueron muchos cambios y eso nos pasó factura.
—¿Cancelaron una deuda?
Sí, con todos. Con uno mismo, con el grupo y fundamentalmente con la gente.

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