
La apuesta de ubicar en el equipo de ayer a siete jugadores estelares fue muy riesgosa desde donde se la mire. Russo tenía claro que estaba jugando con fuego y los propios futbolistas también sabían que caminaban por la cornisa durante los 90 minutos. Por eso apenas Broun chocó contra el palo y se quedó tendido en el piso, un aire de preocupación invadió el Gigante. Todos pensaron lo peor. El arquero jugó hasta los 37’ y Russo decidió sustituirlo por el juvenil Galíndez.
Por suerte, el parte médico diagnosticó que sólo se trató de un golpe en la zona del lumbo sacra y el doctor Colella señaló: "Broun llegará sin problemas al partido ante Belgrano". El arquero también aportó tranquilidad: "Salí por precaución pensando en el partido del miércoles contra Belgrano".
El otro susto fue la amarilla de Pablo Alvarez, quien llegó a la cuarta, y encima terminó con un fuerte pisotón en el dedo gordo izquierdo. No obstante, estará en Córdoba.
Las inclusiones de Moreno, Lima, Cristian González, Escobar y Zelaya también dejaron tela para cortar, pero, a la luz de los hechos, no sumaron más preocupaciones. El Kily entregó señales de aguantar bien el trámite, más allá de que tuvo la chance de empatar con un penal y lo desvió. Igual, terminó entero. Moreno disputó sólo un tiempo, se bancó bien el lastre de las cuatro amarillas porque tuvo mucho cuidado a la hora de meterse en roce innecesarios. Aunque no se puede decir lo mismo de Escobar y Lima, quienes en el primer tiempo se prendieron en un forcejeo de manos con el ex Newell’s Borghello.
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