(Nota: LaCapital.com.ar)
Cortocircuito entre el Kily y la dirigencia centralista
Desde hace un tiempo que la relación entre los dirigentes de Central y Cristian González no transita por el mejor momento y ayer amagó con romperse definitivamente. Por eso la comisión directiva estuvo reunida varias horas en la sede del club y analizó seriamente la posibilidad de aplicarle una sanción deportiva al Kily por tiempo indeterminado, algo que al final no ocurrió. Lo que motivó esto fue el entredicho que habría mantenido el capitán canalla con el vocal Juan Carlos Di Felice en el vestuario luego de la derrota sufrida ante Lanús. No obstante, la salida del volante sería inminente ya que en dicho cónclave también se habría convenido la chance concreta de que el jugador se aleje de la institución en diciembre.
A su vez, la mesa directiva decidió no sancionar a Ignacio Ithurralde, quien el viernes cambió insultos con algunos plateístas cuando abandonaba el campo de juego luego de la caída contra Lanús. El uruguayo pidió ayer disculpas públicamente y aclaró que reaccionó de esa manera porque los hinchas le arrojaron una botella de gaseosa.
Fue un día de acaloradas reuniones en la sede de calle Mitre. Desde muy temprano, el presidente Horacio Usandizaga, su hijo Manuel, el vocal Di Felice y el pro tesorero Matías Moamed estuvieron encerrados en el despacho presidencial analizando los pasos a seguir. Incluso, la férrea posición del Vasco era que el cortocircuito entre el Kily y Di Felice no podía quedar en la nada. A esa hora, la idea de tomar una drástica medida tomaba cada vez más cuerpo y el presidente auriazul era el principal impulsor. De hecho, algunos medios daban por confirmada la sanción. Pero al final, cerca de las 21, se concilió dejar las cosas como están. No echarle más combustible a la situación y esperar hasta la finalización del presente torneo Apertura para barajar y dar de nuevo.
“Estuvimos reunidos con el Kily, hablamos de algunas situaciones puntuales que ocurrieron en los últimos días. Llegamos a la conclusión de que el jugador estará a disposición del técnico para enfrentar a Huracán”, resumió sin entrar en demasiados detalles una voz dirigencial que prefirió mantener su identidad a resguardo.
Por otro lado, el Kily tampoco aportó datos de la reunión que mantuvo con los directivos ni de su futuro inmediato. No atendió los insistentes llamados de este diario y luego optó por apagar su teléfono celular.
No es novedad este marcado distanciamiento que existe entre los directivos de peso y el plantel actual. El quiebre se produjo desde aquellas desafortunadas declaraciones del Vasco en la filial Mario Kempes de Funes. El presidente había dicho, entre otras cosas: “Los voy a matar a todos (en referencia a los jugadores) si no salen de esta situación”. Si bien se trató de zurcir aquel cortocircuito con comunicados de ambas partes, lo concreto es que Usandizaga y el grupo nunca hicieron las paces. El diálogo es prácticamente nulo. Hasta el propio Gustavo Alfaro buscó ayer acercar a las partes públicamente. El técnico canalla pidió por favor que los dirigentes acompañen más al plantel en las concentraciones, los vestuarios y en los viajes. “Cuando pasó lo de las declaraciones del presidente en Funes hubo un distanciamiento que no le sirve a nadie. Hay que juntarse y unirse”, dijo el DT, quien el sábado se reunió con los directivos canallas para hablar del crítico momento futbolístico y del armado del equipo para el Clausura 2009.
A su vez, la mesa directiva decidió no sancionar a Ignacio Ithurralde, quien el viernes cambió insultos con algunos plateístas cuando abandonaba el campo de juego luego de la caída contra Lanús. El uruguayo pidió ayer disculpas públicamente y aclaró que reaccionó de esa manera porque los hinchas le arrojaron una botella de gaseosa.
Fue un día de acaloradas reuniones en la sede de calle Mitre. Desde muy temprano, el presidente Horacio Usandizaga, su hijo Manuel, el vocal Di Felice y el pro tesorero Matías Moamed estuvieron encerrados en el despacho presidencial analizando los pasos a seguir. Incluso, la férrea posición del Vasco era que el cortocircuito entre el Kily y Di Felice no podía quedar en la nada. A esa hora, la idea de tomar una drástica medida tomaba cada vez más cuerpo y el presidente auriazul era el principal impulsor. De hecho, algunos medios daban por confirmada la sanción. Pero al final, cerca de las 21, se concilió dejar las cosas como están. No echarle más combustible a la situación y esperar hasta la finalización del presente torneo Apertura para barajar y dar de nuevo.
“Estuvimos reunidos con el Kily, hablamos de algunas situaciones puntuales que ocurrieron en los últimos días. Llegamos a la conclusión de que el jugador estará a disposición del técnico para enfrentar a Huracán”, resumió sin entrar en demasiados detalles una voz dirigencial que prefirió mantener su identidad a resguardo.
Por otro lado, el Kily tampoco aportó datos de la reunión que mantuvo con los directivos ni de su futuro inmediato. No atendió los insistentes llamados de este diario y luego optó por apagar su teléfono celular.
No es novedad este marcado distanciamiento que existe entre los directivos de peso y el plantel actual. El quiebre se produjo desde aquellas desafortunadas declaraciones del Vasco en la filial Mario Kempes de Funes. El presidente había dicho, entre otras cosas: “Los voy a matar a todos (en referencia a los jugadores) si no salen de esta situación”. Si bien se trató de zurcir aquel cortocircuito con comunicados de ambas partes, lo concreto es que Usandizaga y el grupo nunca hicieron las paces. El diálogo es prácticamente nulo. Hasta el propio Gustavo Alfaro buscó ayer acercar a las partes públicamente. El técnico canalla pidió por favor que los dirigentes acompañen más al plantel en las concentraciones, los vestuarios y en los viajes. “Cuando pasó lo de las declaraciones del presidente en Funes hubo un distanciamiento que no le sirve a nadie. Hay que juntarse y unirse”, dijo el DT, quien el sábado se reunió con los directivos canallas para hablar del crítico momento futbolístico y del armado del equipo para el Clausura 2009.
Estos son algunos comentarios en apoyo al kily sobre esta nota publicada en http://www.lacapital.com.ar/:
"Si el kily le hizo frente a un dirigente esta bárbaro, ellos también son los culpables, muy lujoso esta quedando el club pero en lo futbolìstico damos làstima..."
"Los que insultan a los jugadores no son hinchas de Central, y si lo hacen piensen bien que sienten!!!! apoyo gente, no presión!!!"
"Usandizaga me tiene harto! siempre al choque va el salame!!! que deje ese papel de autoritario y se dedique a lo q sirve q es administrar!!! y apoye al plantel, q necesita ayuda no presión!"
Ana Carnovale
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