(Nota: Carlos Travaglini para La Nación)
Con la premisa del orden y el oportunismo para aprovechar al máximo los errores ajenos, Central fue un justo vencedor por 2-0 en su duelo frente a la tibia expresión del Huracán de Angel Cappa, que no empezó con buen pie en el club de Parque Patricios. Los rosarinos volvieron a ganar como visitantes después de ocho meses (no lo hacían desde el 14 de marzo, cuando vencieron 3-1 a Olimpo, en Bahía Blanca, por el Clausura).
Llamaron a la ilusión esos primeros veinte minutos de Huracán, con un mediocampo dinámico y preciso en el toque, pero a los 32 minutos, un grosero error de Goltz -que pifió la pelota al intentar rechazar- le dejó el remate al gol a Gervasio Núñez, que derrumbó al Globo y envalentonó a Central. Así, Ezequiel González, con sus pisadas y visión del juego, fue el eje de los rosarinos, que crecieron en su producción en todas sus líneas, y tuvieron su premio con la conquista de Caraglio. Central se desahogó, y Huracán fue pura impotencia.
Llamaron a la ilusión esos primeros veinte minutos de Huracán, con un mediocampo dinámico y preciso en el toque, pero a los 32 minutos, un grosero error de Goltz -que pifió la pelota al intentar rechazar- le dejó el remate al gol a Gervasio Núñez, que derrumbó al Globo y envalentonó a Central. Así, Ezequiel González, con sus pisadas y visión del juego, fue el eje de los rosarinos, que crecieron en su producción en todas sus líneas, y tuvieron su premio con la conquista de Caraglio. Central se desahogó, y Huracán fue pura impotencia.
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