El Kily, desesperado por regresar (LaCapital.com.ar)

Cristian González se desespera por su vuelta. Después de tres meses y medio de la lesión ligamentaria que sufrió en su rodilla derecha en el final del Apertura, el Kily mastica bronca por el momento futbolístico de Central y quiere salir rápido a escena para ofrecer su cuota de coraje y experiencia. Ansioso, visceral, con la sangre en punto de ebullición, el ex capitán canalla prepara su desembarco sin rencores aunque aclara: "No soy Maradona, ni el salvador".
"Con lo que pasó nadie puede dudar de lo que siento por Central. Es momento de dejarse de hinchar las pelotas, en todo sentido. Amo esta camiseta y voy a dar todo para salir de esta situación. Mis compañeros y yo, porque no soy Maradona, ni el salvador. De acá salimos todos juntos", exclamó enfáticamente ayer el Kily en contacto con la prensa tras un tiempo prolongado.
También hizo referencia a su período de recuperación. "Estuve mal, con mucha tristeza. En algún momento pensé que no iba a poder seguir en Central, soy sincero. Pero dije lo que tenía que decir y ya está. Si fuera rencoroso, un mala leche o no quisiera al club, hoy no estaría poniéndole el pecho a la situación", apuntó.
—¿Cuándo imaginás el regreso?
—Puede llegar a ser Arsenal. Pero todavía no hice fútbol y el técnico va a decidir cuándo me quiere.
—¿Cómo se portó Alfaro con vos en particular?
—Bien. Lo que está claro es que no era de sus jugadores preferidos. En el fútbol no le podés caer bien a todos. Hubo muchas cosas en su momento que no fueron manejadas de la mejor manera. Sería muy hipócrita hablar ahora de Alfaro, que ya se fue. Con él nunca tuve un problema más allá de una cuestión futbolística. Lo que hablamos, quedó entre nosotros y ya pasó.
—¿Recompusiste la relación con el Vasco Usandizaga?
—Hablé con él y con otros dirigentes. Con las últimas reuniones hubo otros acercamientos. Yo digo siempre que duermo tranquilo. Siempre me manejé de una manera correcta. Ellos decidieron en su momento que yo no le hacía bien a Central y querían rescindirme el contrato, como sabe todo el mundo. Pero no soy rencoroso.
—¿Dejás atrás los conflictos?
—Basta de pelotudeces y si me quieren o no los dirigentes. Estoy en Central y le pongo el pecho a la situación. Nunca le esquivé, ni con 20 años, ni con 34. El que duda de mí, es porque no me conoce.
—¿Cómo te sentís?
—Estoy desesperado por volver, pero manejar la ansiedad me trajo muchos problemas. Si entro a la cancha tengo que ser totalmente positivo. Quiero estar bien para ser importante para el equipo.