
Es tiempo de mirar hacia adelante con otra perspectiva. Al ansiado y necesitado triunfo ante San Lorenzo, el pueblo canalla le sumó otro motivo para seguir alegre: el retorno del Kily está al caer. Más allá de que recién sumó los primeros minutos, el hecho de que el volante entró en contacto con el balón encendió la cuenta regresiva para su vuelta.
"Vamos a ver cómo me siento en las próximas prácticas. Faltan unos días para el partido con Arsenal. Lógicamente dependerá del entrenador, pero si me pregunta cómo estoy no dudaré en afirmarle que me gustaría estar con el plantel", se animó a decir el capitán con cierto grado de ansiedad. Se nota que el volante quiere aportar lo suyo dentro de un rectángulo, además de lo que representa para el plantel fuera de una cancha.
Una vez que comenzó la práctica, sorprendió ver al ex Inter metiendo en el picado como si nada le hubiere pasado hace poco más de tres meses cuando se rompió el ligamento externo de la rodilla derecha, ante Independiente.
"Es la primera vez que me metí en un reducido y me sentí seguro. No fue es lo mismo esquivar a un rival o hacer un giro, que pasar conos o correr recto. Pero lo importante es que uno va agarrando más confianza", agregó el mediocampista, quien deshoja internamente la margarita de la ilusión para volver al ruedo.
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